domingo, 27 de abril de 2025

F.6. ENFERMEDADES INFECCIOSAS: PREVENCIÓN, DETECCIÓN, FASES Y TRATAMIENTO

 Una enfermedad infecciosa es la que ocasionan microorganismos patógenos (el cólera, la gripe, etc.)

Si además, se puede transmitir de los individuos enfermos a los sanos (la gripe, covid-19, etc.) hablamos de una enfermedad infecto-contagiosa o, simplemente, contagiosa.

La prevención de las enfermedades infecciosas se lleva a cabo mediante ciertos hábitos y mediante las vacunas:

Hábitos de prevención de las enfermedades infecciosas:

1. Lavarse bien las manos con agua y jabón, especialmente antes de comer, o con hidrogel alcohólico tras haber tocado superficies tocadas por otras personas.

2. No beber agua que no tenga la calidad adecuada (en España el agua del grifo está convenientemente potabilizada, pues generalmente es clorada en las plantas potabilizadoras, pero en otros países no tiene garantías sanitarias, siendo conveniente en estos casos el agua embotellada, filtrada o hervida).

3. No comer alimentos crudos, especialmente frutas sin piel (fresas) o comerlas con la piel (manzanas) o verduras frescas como la lechuga, en ciertos países, donde se pueden haber regado con aguas contaminadas por bacterias coliformes.

4. No comer o beber alimentos envasados que no hayan sido pasteurizados o esterilizados (mayonesa casera después de 2 días, etc.) o latas o frascos abombados (por gases procedentes de fermentación anaerobia bacteriana).

5. En caso, de epidemia o pandemia, ponerse la mascarilla y guardar las distancias adecuadas.

6. No llevar a cabo prácticas sexuales de riesgo (promiscuidad excesiva, parejas sexuales desconocidas, ignorar el uso del preservativo, tenerlas bajo el influjo del alcohol o las drogas).

7. Evitar el tabaco, las bebidas alcohólicas y las drogas.

8. Fortalecimiento natural del sistema inmunitario:

    - Tomar moderadamente el sol, para fabricar vitamina D.

    - Alimentación equilibrada o, en su ausencia, suplementos vitamínicos, especialmente de vitamina C y de oligoelementos, como el Zn.

    - Dormir un número adecuado de horas.

    - Hacer ejercicio físico regularmente.

    - Pensamientos positivos, pues la mente influye en el sistema endocrino y éste en el inmunitario.

La detección se puede llevar a cabo por una PCR o una RT-PCR (en el caso de virus de ARN, como el de la gripe, covid o sida) o por un test de anticuerpos o un test ELISA (enzyme-linked immunosorbent assay).

Las fases en el progreso de una enfermedad infecciosa son 3:

1. INCUBACIÓN. Es desde que nos hemos contagiado hasta que comenzamos a manifestar los síntomas de la enfermedad. Aquí actúa la respuesta innata, que es la más rápida, pero el microorganismo sigue proliferando. En esta fase, ya podemos contagiar, aunque seamos aún asintomáticos.

2. DESARROLLO. Aquí la enfermedad alcanza su punto álgido. Es cuando nos encontramos peor. decimos que estamos enfermos. Se alcanza el máximo de organismos infecciosos, pero al mismo tiempo, la respuesta adaptativa comienza a actuar, primero con las IgM, después con las IgG, con la respuesta celular si es necesario, de modo, que el microorganismo comienza a disminuir.

3. CONVALECENCIA. El número de microorganismos va disminuyendo rápidamente y las IgG consecuentemente también. Los linfocitos T supresores acaban con la respuesta inmunitaria adaptativa. De este modo, van disminuyendo los síntomas de la enfermedad y nos vamos encontrando mejor, pero aún tenemos cierta carga viral o bacteriana y podríamos contagiar (puede haber contagio aunque ya no haya síntomas), además de que necesitamos un tiempo de recuperación de nuestro organismo tras haber pasado la enfermedad.

TRATAMIENTOS PARA LAS DIFERENTES ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN FUNCIÓN DEL TIPO DE AGENTE PATÓGENO

1) Antibióticos. Son moléculas producidas por hongos o bacterias, con capacidad frente a tipos específicos de bacterias. El primer antibiótico fue descubierto por Fleming hace un siglo por serendipia: la penicilina. Comenzó a producirse masivamente a partir del final de la IIGM. Al ser medicamentos exclusivamente antibacterianos, hay que usarlos responsablemente para evitar la aparición de resistencias (recordemos que las bacterias tienen plásmidos con genes de resistencia a antibióticos que pueden transferir a otras por conjugación) debido a que al utilizar mal (cuando no tenemos una enfermedad bacteriana sino vírica, acabar el tratamiento antes de lo prescrito o no atenerse  a los horarios de toma) se seleccionan las bacterias resistentes al antibiótico utilizado. Desde 1945 asistimos a una "guerra" entre los laboratorios farmacéuticos, que sacan un antibiótico nuevo, bacterias que se hacen resistentes a este antibiótico, y de nuevo, la industria farmacéutica, debe desarrollar un nuevo antibiótico y así, en una guerra sin fin. Por otro lado, uno de los principales problemas sanitarios del siglo XXI es la aparición y proliferación de cepas de bacterias multirresistentes (a numerosos antibióticos). estas superbacterias abundan especialmente en ambientes hospitalarios.

2) Antivirales. Un ejemplo de éxito es el desarrollo de antirretrovirales contra el VIH, que siguiendo el tratamiento correcto pueden mantener el SIDA como una enfermedad crónica para toda la vida, no llevando a la muerte a la persona con SIDA.

3) Antimicóticos o antifúngicos.  Se utilizan contra los hongos, como Candida.


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